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Guerra o la energía masculina desviada
28 agosto, 2020

Estoy viendo un resumen de la Segunda Guerra Mundial. No es que sea una guerra que se distinga de otras para lo que quiero exponer aquí, pero ha sido lo que ahora me ha inspirado.

Consideramos que una persona desarrolla completamente su parte emocional cuando lleva a la plenitud su parte masculina y femenina, al margen de su género físico.
Hay muchos estudios sobre los dos tipos de energía. Aquí resaltaré algunos de los aspectos masculinos que son edificantes si se vinculan al Amor:

-La iniciativa y la acción pronta

-La fuerza que es energía para la acción

-La firmeza en las emociones y las acciones

-La valentía

-La decisión

-Enfoque en un objetivo a la vez primordialmente

-Facilidad espacial

-racionalidad,

-la capacidad de poner límites,

-la perseverancia,

-lo práctico

-el poder personal

A riesgo de repetirme, indico que estas y otras características no están relacionadas con el género físico, de modo que pueden encontrarse en cualquier persona.

Y el conjunto descrito solo tiene valor si se usa para el bien.

Pues las hipertrofia de algunas de estas características, muy lamentablemente, cuando se destinan a la propia satisfacción solamente o forman parte de intereses de unos pocos que dejan de respetar y amar al prójimo, buscando la dominación, se convierten en machismo.

Y para mí en algo delictivo y sin humanidad.

Aunque ahora centramos la atención en algo terrible, que es la esclavitud de la energía femenina a manos del machismo, la Guerra es una de las peores expresiones de la energía masculina desviada.

Por intereses que atañen a pocos, y sin capacidad de resolver las cosas de otra manera (que representaría sobre todo la energía femenina como medio maravilloso), la violencia, la masacre, guerra, sangre y fuego es lo que veo en las Guerras.

La Guerra es la expresión de la peor deshumanidad y la energía masculina más corrupta.

 

Ricard Montero i Costa

Psicólogo
Economista

 

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