Ser humano versus humanidad. Educar es humanizar
Hace poco me plantearon la siguiente pregunta: cómo puede alguien decir que va a humanizar un bebé si resulta que ya es humano.
La respuesta es sencilla.
No se puede confundir una especie con todos los atributos que les son propios, o que podrían serle propios.
Efectivamente el bebé pertenecía y pertenece a la especie humana. Por lo tanto es un ser humano. Pero eso nada tiene que ver con que “esté por humanizar.”
Por ejemplo humanos adultos que ya han adquirido muchísimas habilidades humanas y que el bebé aún no tiene como el lenguaje simbólico, la capacidad cognitiva completa, etc. etc. aún están por humanizar porque carecen de compasión y carecen de amor por los demás. Es un caso hipotético.
Si un Animal cualquiera necesitase educación para aprender, no habría adquirido todas sus cualidades hasta ver aprendido aquello que necesita para considerarse educado.
Un felino supuestamente caza bien. Pero si tuviera que sufrir un proceso educativo para cazar con eficacia estaría por felinizar.
Humanizar a un bebé es ofrecerle lo que nuestro desarrollo sociocultural permite, por ejemplo, la adquisición de hábitos, el propio lenguaje, ya mencionado, habilidades cognitivas y sobre todo lo que se refiere a la asunción del amor, que, como sabemos, aunque tiene una raíz en el eros genético, se desarrolla por la educación.
Por lo tanto pertenecer a una especie y adquirir el nombre por ejemplo de humano no significa que no estemos por humanizar.
así, implicándome un poco personalmente les cuento que cuando mi hijo finalizó su etapa de guardería a los tres años le escribí a su tutora, agradeciéndole su participación en la humanización de nuestros hijos
Ricard Montero i Costa
Psicólogo
Economista